Cristian Gil, superviviente de cáncer infantil y Caminante de ASPANION

Entrevista a Cristian Gil, superviviente de cáncer infantil

Cristian Gil es Doctor en Bellas Artes y desarrolla su faceta profesional como artista plástico, más concretamente desde lo escultórico. Paralelamente, también está vinculado con el mundo de la enseñanza en relación a este perfil artístico. En esta entrevista nos acerca a su experiencia con el cáncer en la niñez.

¿A qué edad te diagnosticaron cáncer y de qué tipo? ¿Recuerdas cómo viviste este proceso, desde el momento del diagnóstico y las diferentes etapas de tratamiento, y qué fue lo más duro para ti de esta experiencia?

Se me diagnosticó un tumor de Wilms y metástasis pulmonares hepáticas múltiples con cuatro años aproximadamente, y quizá esta edad tan temprana es la que amortiguó en mí el duro golpe del diagnóstico. Mis padres fueron quienes recibieron el verdadero impacto emocional de lo que podría significar la palabra cáncer, una palabra que, en general,  parece quedar automáticamente asociada con la muerte.

En la niñez, el gran desconocimiento sobre la vida y la falta de pensamiento lógico a la hora de razonar es lo que en cierto modo evita que definas desde un primer momento lo que pueda significar la enfermedad del cáncer, aunque es el día a día, el que te muestra desde la experiencia su verdadero significado.

Tratar de recordar al detalle esta experiencia no resulta fácil y no por ser reacio a hablar del tema, para nada, sino por que ocurrió en la niñez. Actualmente me vienen a la mente recuerdos, pero éstos no sólo se han construido a partir de mi propia experiencia y memoria, sino a partir de la memoria verbal de los demás y las fotografías que han ayudado a poner color y forma a esos momentos. A veces dudo si el recuerdo que tengo de entonces es propio o es una construcción que he realizado en la mente a partir de información que se ha ido recordando durante el tiempo.

De lo que no me cabe la menor duda es del recuerdo de momentos duros como el pinchazo del ‘port-a-cath’ (el catéter) durante los seguimientos de la enfermedad en el hospital de día o las largas horas de espera en la soledad de la UCI. Parece ser que en el recuerdo más vivo ha quedado lo más angustioso, aunque también recuerdo otros momentos curiosos como el despertar tras la operación y sentir necesidad de mirar el abdomen.

¿Tienes o has tenido alguna secuela?

A veces pienso que si algo mata al cáncer es porque debe ser más agresivo que éste y debe de afectar o dejar de un modo u otro residuos en nuestro cuerpo. En este caso, parece ser que la radioterapia influyó en el crecimiento de las vértebras de la zona más baja de la columna, llevando a una malformación, y la quimioterapia parece ser que ha sido el motivo principal de los dos nódulos existentes actualmente en el hígado. Por lo demás, heridas y cicatrices como huella de la operación.

¿Qué fue lo que más te ayudó a sobrellevar la enfermedad? (¿O quién/es?)

Lo que más me ayudo a llevar la enfermedad fue mi familia, quienes estuvieron en todo momento a mi lado.

¿Cómo conociste a ASPANION y cómo te ha ayudado?

Conocimos a ASPANION a partir del momento del diagnóstico y, entre otros servicios, la entidad nos ofreció apoyo psicológico.

¿Crees que la sociedad, en general, está sensibilizada con esta realidad? ¿Qué aspectos consideras que hay que mejorar?

Creo que la sociedad aún mantiene cierta distancia sobre estos temas y la sensibilidad sólo les llega cuando les afecta o conocen un caso muy próximo.

¿Cómo influye el haber sobrevivido a un cáncer en la infancia en tu día a día? ¿Has sufrido algún episodio de discriminación?

Actualmente no recuerdo en mi caso episodios de discriminación, al revés, las posibles secuelas visibles, como las cicatrices, las he normalizado revirtiéndolas en clave de humor, algo que pienso que ayuda en cierto modo a sobrellevar lo ocurrido.

¿Tienes algún mensaje para la sociedad?

Que no sean tan reticentes a informarse sobre el cáncer infantil o hablar sobre ello aun no teniendo ningún caso cercano, sobre todo a quienes tengan hijos menores o estén dispuestos a tenerlos. La enfermedad no entiende de estatus, etnias… Todas las personas somos vulnerables y podemos ser las siguientes.